Quienes viajan con frecuencia y carecen de un plan alimentario, podrían sufrir de obesidad.
Ivannia Varela Q. ivarela@nacion.com
Si usted es de quienes, por trabajo, debe viajar de manera frecuente y además, por su apretada agenda, altera sus tiempos de comida con regularidad, le conviene saber que, de continuar por ese camino, muy probablemente sufrirá de sobrepeso u obesidad.
Según María José Castro, nutricionista de LA Weight Loss, el contacto con diferentes culturas y la adaptación a distintos estilos de vida influyen directamente en el balance alimentario y perjudican el seguimiento efectivo de los planes de alimentación.
La especialista explica que estos individuos acostumbran a brincarse los tiempos de comida e incluso a omitirlos; además carecen de tiempo para realizar un planeamiento eficaz de los alimentos que van a consumir y constantemente se les presenta la opción de comer con los compañeros, probar nuevas comidas o adaptarse a la alimentación que la empresa les brinda.
Muchas personas recurren a la llamada comida rápida y, en el mediano plazo, notarán un incremento al subirse a la báscula.
Castro asegura que todo esto podría evitarse si la persona sabe enfrentar los distintos escenarios que se le presentan cuando sale de viaje. Es clave buscar asesoría y ser muy disciplinado.
Dedique algo de tiempo a investigar la cultura gastronómica de los destinos a donde viaje. En Internet puede hallar información de los tipos de restaurantes que hay cerca de su hotel.
Preste especial atención al tamaño de las porciones, el balance de los alimentos en el plato y las combinaciones que ofrece el menú.
lunes, 10 de noviembre de 2008
Cuando viajas engordas
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