jueves, 30 de octubre de 2008

Estamos Fritos!

Dieta alta en frituras eleva en un 35% riesgo de infarto

Expertos valoraron efecto de tres diferentes dietas en la salud del corazón

Comer muchas frutas y verduras baja en un 30% peligro de ataque cardíaco

MÓNICA CORDERO S. | mocordero@nacion.com

La dieta occidental, alta en productos grasosos y salados, huevos y carnes, es el régimen alimentario más dañino para su salud coronaria, según un estudio de científicos canadienses.

La investigación, que tomó en cuenta a 52 países, halló que las costumbres alimentarias de quienes siguen una dieta occidental elevan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco en un 35%.

Mientras tanto, una dieta prudente, es decir, rica en verduras y frutas, reduce la posibilidad a un individuo de padecer un infarto en un 30%.

Por su parte, el patrón alimentario oriental –basado en el consumo de gran cantidad de verduras, tofu, soya y salsas– no parece tener un efecto protector ni dañino ante este mal.

La investigación, desarrollada por expertos de la Universidad McMaster, Canadá, siguió a 5.761 personas que ya habían sufrido un infarto y a otros 10.646 individuos sanos.

Ellos tenían una edad promedio de 59 años y fueron evaluados por un período de cuatro años.

El objetivo del estudio fue valorar el impacto que tienen factores de riesgo ya conocidos –como los patrones alimentarios– en el desarrollo de problemas coronarios.

“El 90% de los infartos tiene su origen en causas prevenibles. Este estudio viene a cuantificar la magnitud de los beneficios para el corazón de seguir una dieta sana”, comentó a La Nación Fernando Lanas, quien dirigió el trabajo en el continente americano.

El infarto y los problemas asociados a este evento son la principal causa de los fallecimientos registrados en el mundo.

Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que este padecimiento es el responsable del 29% de las muertes cada año.

Visión global. 

 

La investigación, publicada en la revista Circulation de la Asociación Estadounidense del Corazón, es parte de un proyecto global llamado Interheart.

En Latinoamérica, este tomó en cuenta seis países: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala y México.

Para obtener estos hallazgos los científicos realizaron pruebas de sangre a todas las personas participantes en el estudio.

Ellos también aplicaron un cuestionario a ambos grupos para analizar los hábitos y preferencias en el consumo de alimentos.

A su vez, crearon una escala en que relacionaban el riesgo cardiovascular con la ingesta de alimentos e identificaron tres patrones de dieta: oriental, prudente y occidental

Según explicó Lanas, estudios previos han valorado el impacto de los micronutrientes como la grasa en la salud, pero no patrones alimentarios.

“Analizar los hábitos alimentarios permite evaluar las interacciones de los nutrientes cuando se combinan entre sí o se ingieren grupos específicos de alimentos. También facilita observar los diferentes patrones en diferentes poblaciones”, señaló.

Para los autores, los hallazgos confirman los efectos protectores de una dieta alta en frutas y verduras y los daños que produce un régimen alimentario con alto contenido de frituras y carnes en el organismo.

“Esto ya se había descrito en otros estudios en poblaciones occidentales, pero nuestro trabajo hace extensivos esos hallazgos y las asociaciones en diferentes regiones del planeta”, agregaron. 

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